CAWD-399 Entregué mi virginidad a mi primer amor, y diez años después nos reencontramos... Era una chica gal, rubia y con grandes senos... Se había convertido en una mujer sensual que despertaba mis deseos. Mientras salíamos, los recuerdos de mi adolescencia regresaban, y como para recuperar el tiempo perdido, tuvimos relaciones sexuales, nunca antes había tenido tantas eyaculaciones dentro de ella. Oto Airi.
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