WAAA-537 “¡Déjame practicar sexo!“ Mi amor de la infancia, un poco marimacho, solo trajo un condón, y le hice un favor inesperado. La figura de Rima era más regordeta de lo que pensaba, con pechos regordetes y una vagina deslumbrante. Se sentía tan bien... Mi primera vez me volvió adicta. Durante tres días y tres noches, me corrieron diez veces en mi tierno coñito. Arai Rima - Arai Rima
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